Fotografía tomada
por Elio Delgado.
Por Oscar Sánchez
Madan/
HABLEMOS PRESS.
MATANZAS.-
Los recientes debates sostenidos por los diputados a la Asamblea Nacional del
Poder Popular, en el análisis de la situación que exhibe el país en las esferas
económica y social, resultaron poca alentadores.
Al
pueblo cubano no lo anima ya el discurso oficial. El máximo órgano legislativo
no tiene mucho que ofrecer. Sus miembros se han ganado el oportuno calificativo
de “focas amaestradas” que cumplen los absurdos lineamientos del Partido
Comunista.
No
obstante, en las recientes secciones parlamentarias, reconocieron el desorden
existente en la producción y venta de materiales de la construcción, evidentes
en el déficit de equipos tecnológicos, problemas financieros, dificultades con
la calidad de las mercancías, deficiencias en la fiscalización, la ausencia de
una seria política de estimulación económica al productor, la violación de
precios, entre otras anomalías.
Todo
el proceso de producción y venta de estos materiales, tan necesario para la
población, está plagado de irregularidades que más que indisciplinas,
constituyen delitos. La corrupción ha sentado sólidas bases en la economía y en
la sociedad.
Dichos
fenómenos estimulan los incumplimientos. Según los diputados, unas 123 empresas
estatales, al cierre de 2014, concluyeron con saldos negativos en su gestión,
de las cuales 87 esperaban utilidades por un monto de más de 75 millones de
pesos, y perdieron trescientos veintidós millones setecientos ochenta y cinco mil.
Así
es difícil mejorar la economía, en un país donde todavía es notable la
centralización. Otro tema abordado por el parlamento fue la necesidad de
acelerar la recapitalización tecnológica e ingeniera de los centros
asistenciales del Ministerio de Salud Pública.
Aunque
se han destinado millonarios recursos para mejorar la atención médica, existen
dificultades, sobre todo en los salones de operaciones, ya que más de 9 mil personas
esperan hoy por hoy intervenciones quirúrgicas.
En
Cuba no se permite la atención médica privada, por lo que el Estado es el
responsable de atender a la ciudadanía y no lo hace del todo bien, a pesar de
lo que expresan los informes del gobierno y de la Organización Mundial de la
Salud.
“De
doloroso” calificaron los diputados el estado de recogida de desechos sólidos.
No podría encontrase mejor calificativo pues los basureros ilegales en zonas
residenciales abundan por todo el territorio nacional, debido a la falta de
contenedores, equipos de volteo, piezas de repuesto y cargadores. Es incorrecta,
además, la estructura de servicios comunales; institución encargada de diversas
labores.
Dicha
situación afecta en gran medida el entorno, también lo dañan los más de 14 mil
focos contaminantes que atentan contra el agua.
Por
la ineptitud de los funcionarios y sus malas políticas, y debido también a
afectaciones climáticas, el país necesita alrededor de 11 millones de pesos
para resolver las dificultades de abasto y saneamiento del agua, según se le
informó a los diputados.
Respecto
a la recreación, calificada por los jóvenes como deficiente, los diputados
tuvieron razón en condenar que los altos precios limiten el acceso de la mayoría
a centro de recreación y se prioricen los eventos en las grandes ciudades,
quedando desprovistas las zonas rurales.
Qué
pena que ninguno de los parlamentarios reconoció que el más grave problema de
Cuba radica en la ausencia de derechos y libertades.
El
régimen no ha confirmado ni implementado los pactos de la ONU sobre Derechos
Humanos. Sería bueno que en lo adelante los diputados tuvieran en cuenta las
opiniones de la población.
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