SANTIAGO DE CUBA.- Hoy,
como de costumbre, luego de cumplir con mi devocional matutino y hacer algunas
labores hogareñas, me senté a leer el diario Granma, donde figura el controvertido
artículo de la señora Lizet Pérez Hernández, profesora de Teoría General de
Estado y Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad de
La Habana, titulado: “La Sociedad Civil Cubana”.
También leí, en la página
4, el artículo de Sergio Alejandro Gómez
titulado: “Nuevo comienzo o perpetuo al pasado”, con dos aspectos que me
impactaron sobremanera y desviaron mi intención de responderle a la señora
Lizet Pérez, para responderle a él:
Primero. Dice él: “Nada
podrán hacer los intentos de montar un escenario para delincuentes, conexos
terroristas y otros mercenarios que buscan pasar como luchadores por los
derechos humanos”.
Segundo. Agrega: “La
sociedad civil no es de los ricos y las organizaciones no gubernamentales
pagadas para la subversión, sino de los pobres; del pueblo; de los luchadores ambientalistas;
de los estudiantes; de los campesinos; de los defensores de los inmigrantes,
los que denuncian la tortura, las persecuciones extrajudiciales, la brutalidad
policial, las tácticas racistas; de los que reclaman para las mujeres salario
por trabajo, y de los que exigen reparación por los daños ocasionados por las
compañías transnacionales”.
Respondiendo el primer
párrafo citado jura dejar bien claro el concepto delincuente, auxiliándome de
un diccionario, según el diccionario Cervantes, delincuente es la persona que
quebranta la ley, según estas afecciones el gobierno de Raúl Castro, y el mismo
el propio Raúl Castro son unos delincuentes, pues, les roban el salario a los
médicos que prestan sus servicios en Venezuela, Brasil y otros países, les
roban el dinero y sus trofeos a los deportistas, y le roban el dinero, el
decoro y la dignidad al pueblo cubano.
Respondiendo al segundo
párrafo citado, quiero hacer un llamado a los que participarán en los foros paralelos
de la Cumbre, que denuncien las torturas, las ejecuciones injustas, la brutalidad
policial, las prácticas racistas del régimen neonazi de Raúl Castro.
De igual manera, quiero
que los que participen en dichos foros y en la Cumbre, exijan a Raúl Castro, a
su gobierno y a los gobiernos que representan a los países donde hay médicos
cubanos, que se le abone directa y efectivamente el salario a estos, en
correspondencia con los servicios que prestan.
También quiero que exijan
al gobierno de Raúl Castro la indemnización a los Hermanos al Rescate, por el
derribo de las dos avionetas en 1996; que exijan el cese de las brutalidades
contra nosotros, que somos la verdadera sociedad civil, la vanguardia, el
clamor y los defensores del pueblo.
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