Por Carlos Ríos Otero/ Hablemos
Press.
La Habana, 6 de marzo.- El pasado 24
de febrero, de manera Solemne, los dirigentes históricos del Clan Castro fueron
encumbrado a la impopular Asamblea Nacional del Poder Popular; así mismo
-y de facto-, todo el entramado del Comité Central del Partido Comunista de
Cuba (CC-PCC) son legisladores.
Ese mismo día, 58 Damas de Blanco fueron
detenidas después de concluir la tradicional e histórica misa dominical por la
libertad del presidio político sin destierro, que ofrece la iglesia católica
Santa Rita de Casia, en La Habana.
También fueron detenidos al menos 20
hombres, familiares de las activistas, trasladados a la 4ta. Unidad de la
policía (PNR) en un furgón cerrado,
donde varios presentaron signos de asfixia. Horas después, fueron liberados, no
sin antes chequearles la presión arterial a cada uno para ofrecer la impresión
de buena gente.
Mientras, una turba constituida por oficiales de la policía
política y funcionarios del Partido Comunista -denominada Brigadas de Respuesta
Rápida-, era apostaba en los predios de dicha iglesia, armados con objetos
contundentes, para contrarrestar cualquier acción pacífica en recordación de
los pilotos de la organización humanitaria Hermanos al Rescate, que fueron
derribados el 24 de febrero de 1996 en aguas internacionales, por aviones de
combate que cumplían órdenes de Fidel y Raúl Castro .
En el resto de la Isla , decenas de activistas
de DD.HH. fueron detenidos o acosados en sus hogares, con amenazas de que podrían
recibir recibir golpizas si salían de sus viviendas; para eso, se apostaron
carros celulares en las esquinas cercanas, listos para retenerlos a fuerza de este
terror sin orden de detención, usando la violencia y la intimidación.
El acto de la legión parlamentaria del clan Castro,
no estuvo exento de sorpresas. Un joven, encumbrado a la vicepresidencia
primera, Díaz-Canel, y un tipo de la raza negra a presidir la susodicha
diputación, Lazo Hernández, ambos del Politburó.
El primero, es usado para enrarecer
la opinión pública con el eslogan oficial: ¡ahí
vienen los cambios, sin prisa, pero sin pausa! Y el segundo caso, para
ofrecer que también los negros pueden mandar en Cuba y esta raza no es
avasallada.
Díaz-Canel, es tan ortodoxo y represivo como los
históricos; pueden dar fe los holguineros de Moa y Gibara. Lazo, no tiene talento para llevar a cabo lo
que se denomina, el Poder Legislativo de una nación, si es para decir:-nuestro
comandante en jefe es irrevocable y que el general de seis estrellas es pragmático-
y un loa por la Asamblea Nacional
de la unanimidad, entonces fluirán sarta de sandeces, y viva la pepa.
Sin
embargo, el parlamento de la violencia se ganó tal calificativo a partir de 1990,
cuando se fundaron expeditamente las Brigadas de Respuesta Rápida, formadas por
la policía política y funcionarios del Partido Comunista, grupúsculos
autorizados para asaltar a los disidentes en la vía pública e invadir sus hogares. Violencia
institucionalizada en el legislativo de partido único (pcc).
El
vicepresidente, ministro del interior y diputado por el municipio de
Contramaestre, general Colomé Ibarra, le fue cercenada la vicepresidencia. Y
aún se desconoce si fue la despedida del represor mayor, el Abelardo
“Furry” Colomé Ibarra, o fue la bienvenida a la Legislatura VIII.
La
represión ha sido encomendada al general
Fernández Gondín, viceministro primero del MININT y diputado por Santiago de
Cuba.
Los
cubanos, creen que es la carta de presentación del último mandato de la Octava
Legislatura del 2013-2018, que preside el general de seis estrellas, dos de
héroe de Cuba y cuatro de general de cuerpo de ejército, Raúl Castro Ruz, jefe
de Estado, jefe Gobierno y jefe del CC-PCC, ¡ah! jefe de la CELAC.
La
represión, se encuentra en la orden del día, y es la carta del socialismo
irrevocable del Clan Castro; mientras éste ofrece su compasión de liderazgo
CELAC, y su influencia en las agencias de la ONU: OIT, ECOSOC, UNESCO y en el
Consejo de DD.HH: Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario