Por Jorge Alberto Liriano Linares/
Hablemos Press.
Camagüey, 21 de febrero.- Seis, de
cada diez reclusos, enfrentan diariamente maltratos, negaciones de asistencia,
golpizas y otros cualquier tipos de
maltrato en la cárcel Kilo 7, de Camagüey.
Ocho reclusos resultaron lesionados
grave, producto de las salvajes golpizas
propinadas por las fuerzas del orden interno; veintisiete han sido víctimas de aberrantes torturas en
las celdas de castigo; esposados desnudos por más de 24 horas, colgados de las
rejas y privados de alimentos y de agua para beber.
Dieciochos intentaron suicidarse,
embargados por la impotencia y el estrés; uno de los fallecidos -el caso de
Denis Menas- se ahorcó después que el jefe de Orden Interior, Capitán Julio V.
Chang Suárez, estimulara la acción.
En lo que va de año, otros dieciséis
reclusos resultaron lesionados de gravedad por riñas entre reclusos, provocadas
por la violencia extrema de los guardias; treinta y dos reclusos, con
trastornos mentales, se auto agredieron producto del abandono y las precarias
condiciones de vida que enfrentan.
Esta cifra demuestra que se ha
incrementado la violencia, como se han incrementado los tratos crueles, con la
nueva dirección a cargo del Coronel Filiberto
Hernández Luis, un hombre que fue sancionado recientemente por conducta
indecorosa y ahora es el jefe de la prisión.
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